Cuando se pide un préstamo se crea un acuerdo entre la entidad y el tomador sobre la cantidad que hay que pagar, y que se hará en intervalos regulares (por lo general, mensuales). Tiene explicación: para que al final del plazo acordado se haya pagado tanto el capital prestado como los intereses acumulados.
Entonces, ¿qué es una cuota? Es un valor fijo porque se mantiene constante a lo largo de la vida del préstamo.
¿Qué significa cuota? Vamos a calcularla
La fórmula básica para calcular la cuota de un préstamo se expresa de la siguiente manera:
Cuota fija = (Cantidad del préstamo * Tasa de interés) / (1 – (1 + Tasa de interés)^- Plazo)
En esta fórmula se tienen en cuenta tres factores:
- La cantidad del préstamo, que es el total que se pide.
- La tasa de interés, que es la tasa anual de interés expresada como un decimal (si la tasa es del 5 %, se escribirá 0,05).
- El plazo, o los períodos de tiempo (en plural) en los que se pagará —puede expresarse en meses o años—.
Conviene recordar que esta fórmula es un resumen. Aquí se obvian aspectos como seguros o costes adicionales que afectan al cálculo. Y si la tasa de interés es variable, esa cuota fija puede cambiar con el tiempo (en ese caso conviene repetir la fórmula).
La cuota fija que sea pequeña, o no
Calcular la cuota de un préstamo y que sea pequeña o grande obedece a varios factores y está vinculado a los objetivos y a la capacidad de pago que se tenga. Lo que es adecuado para una persona puede no serlo para otra:
Por eso es fundamental que la cuota fija esté dentro del presupuesto. Ser demasiado alta es terminar con dificultades financieras y hay que tener un objetivo financiero sólido a largo plazo (por ejemplo, si quieres saldar el préstamo más rápido, podrías mejor optar por una cuota mayor).
Y si nos fijamos en la cantidad total del préstamo, cuanto menor sea la cuota, mayor será el costo total del préstamo debido a los intereses acumulados. Ya ves, hay ocasiones en las que cuota pequeña es diferente a préstamo pequeño. Puede parecer atractivo a corto plazo, pero se podría terminar teniendo un mayor gasto total a lo largo del plazo del préstamo. Otro ejemplo a continuación: y es que si se ha solicitado para realizar una inversión y con idea de que, con el tiempo, genere un retorno mayor que la tasa de interés del préstamo, podría ser razonable aceptar una cuota más alta.
Por eso lo principal es encontrar un equilibrio entre dos premisas: la cuota manejable y la eficiencia financiera a largo plazo.
Por eso, nunca dejes de valorar la opción de consultar con un asesor financiero para tomar la decisión correcta.
Diferencias entre los préstamos y las líneas de crédito
Se tiende a pensar que son sinónimos. Y la verdad es que son dos conceptos propios. Si, comparten similitudes, pero tienen diferencias importantes:
- En un préstamo se concede una cantidad específica de dinero a un individuo o empresa. La característica fundamental es que se entrega en un solo momento, de una vez (si es más fácil entenderlo de esta forma). Es el tomador (también llamado prestatario) quien acuerda devolver esa cantidad —junto con los intereses— en pagos periódicos a lo largo de un plazo determinado. ¿Y cuál es la ventaja? El ser una opción adecuada cuando se necesita una suma de dinero específica para un propósito definido, como la compra de una vivienda o un automóvil.
- Por contra, el crédito es una línea de financiación. En lugar de recibir una cantidad, se establece un límite de crédito. Se podrá acceder a esos fondos cuando sea necesario, y solo se cobran intereses y pagos sobre la cantidad que realmente se utilice. ¿Cuál es su ventaja? Que proporciona flexibilidad para gastos variables o emergencias financieras, lo que lo convierte en una opción versátil.
De entre las diferencias que existen conviene prestar atención a la que implica el cálculo de los intereses. Y es que en un préstamo, los intereses se calculan sobre la cantidad total, mientras que en un crédito es sobre la cantidad utilizada.
Preguntas frecuentes
¿Influye la cantidad que se va a pedir en la cuota fija?
Si, tiene un impacto directo en la cuota fija que se pagará. Por eso hay que considerar cuidadosamente cuánto necesita. Es una elección que a la larga va a afectar a lo que se vaya a solicitar.
¿Y si es un préstamo preconcedido?
Depende; puede ser diferente en comparación con un préstamo tradicional porque suele estar preestablecido por la entidad financiera, y depende en gran medida del perfil financiero que se tenga. Lo que es cierto es que habrá menos capacidad para ajustar en estos casos.
Préstamos rápidos, sin aval, liquidez… ¿En todos hay una fracción fija?
Si. Esta estructura es común en una amplia variedad de préstamos. Y en todos ocurre algo similar: la proporción entre estas dos partes cambia con el tiempo (al principio la mayor parte se destina a pagar intereses, y después una mayor parte se utiliza para amortizar el capital).
¿Son lo mismo interés y comisión?
No son lo mismo. Los intereses son gravámenes que se aplican por el uso de dinero prestado, mientras que las comisiones son cargos adicionales relacionados con servicios específicos. Suelen ir de la mano pero no tiene por qué.