Es el acto de entregar un recurso como garantía (de un préstamo o de una deuda). En otras palabras, cuando pignoras algo, ofreces lo que se denomina un activo, que puede ser una joya, un vehículo o incluso una propiedad, como señal de que cumplirás con tus obligaciones financieras.
Es común en préstamos o hipotecas, porque a veces se entrega algo en lugar de hacerlo con dinero. Así el que realiza el préstamo puede «retener» el bien pignorado hasta que se pague la deuda.
Qué significa pignorar y cuándo hacerlo
La pignoración está relacionada con un acuerdo de préstamo, cuando ambas partes identifican el activo que se utilizará y formalizan el pacto que se haya alcanzado a través de un documento legal. Se puede realizar, por ejemplo, en estos momentos:
- Para préstamos personales con garantía: cuando algo se pignora como aval se establece el acuerdo.
- Con hipotecas: se efectúa al comprar una propiedad. La propiedad misma actúa como aval. La pignoración se formaliza a través de un contrato de hipoteca, que se firma al adquirir la propiedad.
- Cuando se trata de préstamos comerciales: En el ámbito empresarial puede ocurrir cuando una empresa busca financiamiento y ofrece posesiones comerciales como respaldo.
- En situaciones judiciales: como un acuerdo de divorcio en el que algo se utiliza como garante para asegurar el cumplimiento de una orden judicial.
¿Y qué es pignorar dinero, entonces? Porque está claro que se refiere a utilizar una suma de dinero como esa garantía.
El propósito puede variar, pero suele ser una forma de decir que se cumplirán los términos del acuerdo. Si el prestatario no cumple con el contrato, quien realiza el préstamo tiene el derecho de retener la cantidad de dinero para cubrir la deuda.
Pignorar dinero puede traducirse en tasas de interés más bajas o términos de préstamo más favorables.
Sus ventajas y desventajas
Las ventajas y desventajas de la pignoración pueden variar según lo que sean, personales o financieras. Por ventajas se puede entender que es pignoración cuando:
- Tienes acceso a financiamiento que de otra forma sería más difícil (como préstamos o líneas de crédito que de otra manera podrían ser difíciles de obtener).
- Las tasas de interés son más bajas, lo que puede resultar en pagos mensuales más fáciles.
- Te permite disponer de mayor flexibilidad para elegir lo que se va a pignorar.
- Mantienes la propiedad, sigues siendo el/la dueño/a y podrás utilizarlo mientras cumplas con los términos del acuerdo.
Aunque existen desventajas, como las que siguen:
- Te enfrentas a un riesgo nuevo, la pérdida, que es además la principal desventaja. Porque si no cumples con los términos del acuerdo, podrías perder el bien que has ofrecido como garantía.
- Y claro, existe una limitación en el uso del recurso, que dependerá de los términos del contrato (por ejemplo, si has pignorado un vehículo, es posible que no puedas venderlo o transferirlo mientras el préstamo esté vigente).
- Y nunca se puede olvidar que podrán existir costes asociados, como tarifas legales.
Preguntas frecuentes
¿Se reajusta el dinero a pagar si se pignora?
No de forma automática. El valor del activo actúa como respaldo, en caso de que el prestatario no cumpla con los pagos del préstamo; es decir, ante un incumplimiento se puede tomar posesión y venderlo para recuperar la deuda pendiente.
Los términos del préstamo (la cantidad, el plazo, las cuotas…) se establecen al inicio del contrato y a menos que haya una renegociación específica permanecen sin cambios.
¿Cuál es el mejor sinónimo de pignoración?
Prenda; que se pone como garantía, y si no se cumple se puede perder. Es un término que comparte similitudes con la pignoración.
Entonces, ¿es válida la expresión «dejar en prenda»?
Sí, porque cuando dejas algo «en prenda» estás poniéndolo como garantía, en un acuerdo financiero como la pignoración.
¿Se tiene que declarar o incluir en la declaración de la renta?
Depende de la normativa fiscal que le sea de aplicación. A saber: es innecesario, pero puede tener implicaciones fiscales.
Para obtener orientación precisa y específica es mejor consultarlo con un profesional fiscal.
¿Hay que tener un capital grande para poder pignorar?
No. Depende más de la calidad y el valor del recurso que de la cantidad de dinero que se tenga.
Por ello es aconsejable buscar asesoramiento antes de tomar cualquier decisión financiera importante.