En el centenario del nacimiento de Eduardo Chillida es inevitable reflexionar sobre su vinculación con la Comunidad Autónoma, algo que terminó impregnándola con la huella de su genialidad.

 

La exposición de Avilés.

 

La relación de Chillida con Asturias va más allá. Aunque nacido en el País Vasco, encontró en esta tierra un lugar que tocó su corazón. La región y su paisaje fueron para él una fuente de inspiración.

La ciudad de Avilés le rinde homenaje a través de la exposición retrospectiva titulada «Eduardo Chillida. Construir en el espacio». Aquí se ofrece la oportunidad de sumergirse en la evolución artística del escultor y disfrutar de la habilidad que tenía para dar forma a la materia y para esculpir el vacío.

Esta exposición, en la Casa Municipal de Cultura, es ideal para observar su contribución al arte contemporáneo; 7 esculturas y 8 obras en papel para crear un diálogo entre su trabajo y el entorno cultural de Asturias.

El Centro Municipal de Arte y Exposiciones de Oviedo ya acogió en 2006 una muestra, en el 25 aniversario de los Premios Príncipe de Asturias. En 2008, el mismo espacio realizó otra exposición con obras de Chillida, de Tápies y de Barceló, con motivo del 25 aniversario de la Escuela de Cerámica.

 

El legado de Chillida en Asturias

 

Hormigón y modernidad. La escultura más emblemática de Gijón.

 

El Elogio del horizonte. Esta escultura se alza como una declaración de amor al paisaje asturiano y al espacio que se despliega frente a él.

Y si bien ya desafió las convenciones artísticas del momento al introducir el hormigón en su repertorio, allá por los años 50 del siglo XX, aquí lo utilizó de una forma grandiosa. Era 1990 y el paisaje de la ciudad quedaría marcado para siempre.

Todo comenzó con el proyecto de remodelación del cerro de Santa Catalina, a cargo del arquitecto Paco Pol. Este se interesó por el trabajo de Chillida.

Hay que recordar que la premisa de partida era evitar a toda costa que fuese como un mastodonte de piedra. Por eso puso énfasis en el tono final. Deseaba que tuviese un aspecto rudimentario y un color terroso; buscaba un hormigón visto, sencillo, limpio (el hormigón que emplearon es el hormigón aluminoso, que se forma con grava roja, arena roja, viruta de fundición, agua y cemento aluminoso).

El ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez fue quien se encargó de los cálculos estructurales. Ya habían trabajado juntos, la primera vez en la construcción de La sirena varada. Presentó las proporciones precisas de los componentes del hormigón (aquí además existe una concentración elevada de virutas de fundición. Ello produce un acabado oxidado, el «toque» que se buscaba).

La escultura es como un pórtico. En alzado consta de 10 metros de altura y en planta tiene forma de elipse, con diámetros de 12 metros y 15 metros. El grosor en toda la pieza es de 1,4 metros y los voladizos están a 8 metros del suelo.

Hay una foto, que tomamos con permiso de la publicación Cuaderno de Cultura Científica de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea, y que está realizada en colaboración con la Doctora en Química Deborah García Bello. En ella se ve a Eduardo Chillida al pie de su escultura en pleno proceso de realización, y es significativa de la escala, de la magnitud de la obra y del proceso creativo que tiene algo así.

 

El legado de Chillida en Asturias

 

Otras preguntas.

 

¿Qué significa Elogio del horizonte para Gijón?

 

Aparte de ser una escultura monumental es ya un símbolo arraigado en la identidad de la ciudad. La obra no solo enriquece el paisaje costero, sino que también se convierte en un punto de referencia cultural, conectando el patrimonio artístico de Chillida con la historia de la localidad.

 

¿Se puede visitar la exposición de Avilés?

 

Sí, en la Casa Municipal de Cultura (Plaza Domingo Álvarez Acebal, 2). Estará expuesta desde el 20 de diciembre de 2023 hasta el 3 de marzo de 2024. Su horario es: lunes a viernes laborables de 11 a 14 horas y 17 a 21 horas.

 

¿Por qué Eduardo Chillida sentía un cariño tan especial por Asturias?

 

Porque allí encontró una fuente de inspiración única. La riqueza cultural, el paisaje diverso y la vitalidad de esta región del norte de España dejaron una huella significativa en el escultor, quien supo incorporar la esencia asturiana en muchas de sus obras.

 

¿Qué materiales solía emplear?

 

Hierro, acero, hormigón, bronce, piedra, madera o arcilla. Se adaptaba a ellos. Usaba las cualidades específicas que tiene cada uno en función de la visión artística que buscaba transmitir.

 

El legado de Chillida en Asturias