Asturias es un paraíso para los amantes de la gastronomía. De esto sabemos mucho ¡somos de aquí! Esta ruta no solo te permitirá disfrutar de sabores auténticos, sino que también te conectará con la cultura y las tradiciones de esta tierra única. No te vayas sin llevarte un poco de Asturias a casa, ya sea en forma de un buen queso o una botella de sidra para compartir con amigos y familiares.

Descubre la esencia de esta región a través de sus sabores más emblemáticos: el queso y la sidra.

 

Comienza tu aventura en una quesería tradicional.

 

Puedes probar una variedad de quesos, incluyendo el famoso Cabrales, Gamonéu, Afuega’l Pitu, y Beyos, cada uno con características únicas en sabor y textura.

Porque el viaje perfecto empieza en las montañas asturianas, donde el clima y la naturaleza se conjugan para producir quesos de una calidad excepcional. Visita una quesería en la ya mencionada Cabrales, famosa por su queso azul, y sumérgete en el proceso artesanal que ha sido transmitido de generación en generación. Podrás ver cómo se elabora este manjar en las cuevas naturales que ofrecen las condiciones perfectas para su maduración.

Y una nota para viajeros pro: No olvides probar el Gamonéu, también mencionado, pero poco conocido. Es otro queso con denominación de origen que ofrece un sabor suave y ahumado. Y que no dejará indiferente a tu paladar.

 

Ruta del queso y la sidra

 

Y luego deja que la sidra te cuente una historia en cada escanciado.

 

¿Lo sabías? La sidra asturiana se elabora de forma tradicional con manzanas autóctonas, y su sabor es más seco y ácido en comparación con otras sidras comerciales.

Por eso escanciar la sidra es todo un arte. Hay que saber hacerlo: consiste en verterla desde una altura considerable para que el líquido golpee el borde del vaso, liberando sus aromas y burbujas. Es un arte que se mejora con la práctica (y ahí está el secreto mejor guardado de cualquier sidrería asturiana, hora y horas dedicadas a perfeccionarlo).

Y por supuesto, ninguna ruta gastronómica en Asturias estaría completa sin una visita a una sidrería. La sidra es un símbolo de la identidad. Dirígete a Villaviciosa, conocida como la capital de la sidra, donde podrás ver el proceso de producción desde la recolección de las manzanas hasta el embotellado.

Disfruta de una cata y aprende a escanciar sidra como un auténtico asturiano. El ritual del escanciado no solo resalta los sabores y aromas de la sidra, sino que también es una experiencia social que te conectará con la cultura local.

 

Ruta del queso y la sidra

 

Combina lo mejor de ambos mundos en un llagar.

 

Que es el lugar donde la magia ocurre: aquí es donde toma vida. Muchos llagares ofrecen también experiencias gastronómicas que combinan la sidra con los mejores quesos de la región. Reserva una visita guiada para conocer más sobre la historia de estas bebidas y su importancia en la vida diaria de los asturianos. Al final del recorrido, deléitate con una tabla de quesos locales y un buen vaso de sidra recién escanciada.

¿Y luego? Puedes acercarte al Parque Nacional de los Picos de Europa, a pueblos costeros y a otros museos dedicados a la cultura asturiana.

 

Preguntas frecuentes.

 

¿Dónde comienza la ruta?

 

No hay un punto de partida oficial, pero muchas comienzan en zonas como Cabrales para el queso, y Villaviciosa para la sidra.

 

¿Es necesario reservar con antelación?

 

Es recomendable. Especialmente durante la temporada alta.

 

¿Es posible hacerla en un solo día?

 

Sí, pero para una experiencia más completa, se recomienda dedicar al menos dos días.

 

¿Es adecuada para familias con niños?

 

Sí, muchas ofrecen actividades educativas que son ideales para niños, como visitas guiadas donde pueden aprender sobre el proceso de elaboración.

 

¿Cuáles son los mejores meses?

 

La primavera y el otoño son las mejores épocas, cuando el clima es más suave y los paisajes están en su máximo esplendor.

 

Ruta del queso y la sidra